Por: El Nuevo Día | 03 de Junio 2020
PUERTO RICO – Tras más de dos décadas de análisis y discusiones, la gobernadora Wanda Vázquez Garced firmó anoche el nuevo Código Civil, uno de los documentos más importantes que rige la vida de los ciudadanos en Puerto Rico.
Durante su mensaje, la primera ejecutiva insistió en que la medida “no vulnera derechos adquiridos”, pero algunas voces se distancian de esa aseveración, y otras aseguran que la nueva ley tiene virtudes que nacieron de un proceso democrático.
Para la licenciada Amárilis Pagán, del Comité Amplio para la Búsqueda de la Equidad (CABE), el Código Civil sí vulnera derechos adquiridos por varios grupos, entre ellos, la comunidad LGBTTQI.
Explicó que el artículo del nuevo Código Civil contradice una sentencia del Tribunal Federal, en Puerto Rico, que en el 2018 estableció que, para realizar el cambio de sexo en el documento, una persona solo tiene que acudir a una oficina del Registro Demográfico. Según Pagán, con el nuevo Código Civil, las personas transexuales tendrán que ir primero a un tribunal.
Recordó que la mayoría de las personas transexuales, en Puerto Rico, viven bajo niveles de pobreza, por lo que sostener un caso en el tribunal para cambiar su sexo en el certificado de nacimiento sería insostenible.
Asimismo, dijo que el Código Civil dispone que solo se hará una anotación en el acta original de nacimiento y no un cambio sexo, lo que, según ella, representa otra vulneración a los derechos.
“El hecho de que, en el acta, permanezca el sexo biológico quiere decir que, cuando muera una persona que haya realizado su reafirmación de identidad de género, las personas que tenía a su alrededor y que, quizás, no quería que se enteraran de su cambio de sexo, se van a enterar”, estableció la también directora de Proyecto Matria.
Sobre la defensa de la gobernadora de que se mantiene el matrimonio igualitario, Pagán indicó que el Código Civil no reconoce inequívocamente la unión de personas entre el mismo sexo. Dijo que determinar que el matrimonio podrá ser entre “personas naturales” abre la puerta para futuras interpretaciones judiciales contra la comunidad homosexual. La gobernadora aseguró anoche que una persona natural “es el ser humano, que nace, el que siente y respira”.
“Para que fuera inequívoco, debieron aceptar las enmiendas en las que se pedía que el matrimonio fuera entre ´personas, independientemente de su orientación sexual e identidad de género´. Si hubieran añadido esas palabras, uno pudiera creer que ese artículo valida, confirma y protege el matrimonio entre parejas del mismo sexo”, sostuvo.
Resaltó que, cuando la Ley 54 de violencia doméstica se aprobó en 1989, también hablaba de “personas”, pero luego el Tribunal Supremo de Puerto Rico, en 2003, interpretó que se refería a hombre y mujer, por lo que dejó de aplicar a las parejas del mismo sexo.
“Sobre ese lenguaje de ´persona natural´, pudiéramos decir que hoy, al 2 de junio, permite el matrimonio entre parejas del mismo sexo, pero si alguien cuestiona la ley, y llegara al Tribunal Supremo de Puerto Rico, el tribunal pudiera dar otra interpretación, sobre todo, considerando que en ese tribunal hay juristas cristianos”, detalló.
También alertó que el Tribunal Supremo de Estados Unidos pudiera revisar la decisión sobre el matrimonio igualitario, lo que cambiaría el ordenamiento actual.